Opinión
El boicot al buen vivir: Medios de comunicación y alimentación en Chile
Por @psicologocano – José Luis Diaz.
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La comida en Chile es variada, llamativa y en ocasiones parte de la identidad del país y algunas regiones.
No es secreto latinoamericano las disputas que tenemos con nuestros países hermanos sobre la autoría o nacimiento de un plato en particular. Aún se escucha entre carcajadas y aclaraciones sobre la procedencia del pisco, licor realizado a base de uva, el cual actúa como un verdadero embajador.
Bien, en esta tercera columna, revisaremos nuestra relación con la comida y los medios de comunicación.
Hoy la parrilla programática de la televisión abierta nos coloca distintos escenarios donde la protagonista es la comida, su preparación y diseño. Existen programas de aprendizaje y otros donde el anfitrión es quien se encargará del deleite culinario.
Llevar una dieta o sana alimentación en Chile resulta una verdadera batalla frente al bombardeo mediático. Programas como; máster chefs, la divina comida, parrilladas entre otros nos muestra la comida en distintos formatos.
Acá la pregunta, se puede seguir promoviendo la comida en un país que lidera los índices de obesidad a nivel latinoamericano.
En el caso de los programas de concurso relacionados con comida, los cuales destacan por su violencia y escasa educación entre alimentación y vida saludable, hay muchos vacíos para conducir a la alimentación sana.
Los programas de concurso en televisión abierta y que tienen relación con la comida, nos muestran distintos platos que puede ser creados bajo la dirección de un descalificado jurado que juega con el morbo de la humillación y descalificación. En estos programas se ubican a distintos personajes del escenario popular a la creación de platos y postres, si bien los programas logran su objetivo de audiencia, muchas veces brillan por la morbosidad en su formato de violencia por sobre un programa que eduque, enseñe y genere una relación distinta entre sus televidentes y la alimentación o dieta sana. Llama la atención que está variable no este considerada, sabiendo la realidad de nuestro país y sus índices de obesidad. Programas como estos, carentes de entretención y que no educan hacia una relación amigable y sana con la alimentación no son pertinentes, ya que no solo refuerzan las relaciones violentas, sino también, mantienen presente en la atmósfera la relación con la comida.
Otros de los programas y con un formato distinto, se trata de un espacio de diálogo en torno a la comida, si bien en este espacio la conversación es fundamental, esta gira en torno a la comida y posterior calificación al improvisado chef.
Por otra parte, tenemos los pequeños espacios mediáticos que giran y se sostienen en base a la alimentación, ya sea, comida directamente o bebidas alcohólicas, llega a ser paradojal que, en un país con altos índices de obesidad y alcoholismo, tengamos un porcentaje importante de programas televisivos que se sostienen en la comida.
Si bien, existe espacios donde presentan micro cápsulas educativas, estas son las menos, ya que hablar de comida sana no es rentable para estos programas.
Hacer dieta o llevar una vida saludable con la alimentación en Chile es compleja, generalmente boicoteado por los medios de comunicación a través de programas o espacios publicitarios en donde nos han mostrado una relación de placer con la comida por sobre la relación sana y saludable.
Esta reflexión me permite acuñar el concepto de » erotismo alimentario» en el cual los medios de común refuerzan esta tendencia, muchos ven en la comida un espacio de placer y satisfacción que pocas veces encuentran en otras acciones. No puedo dejar de mencionar la anécdota de una empresa de leche, la cual, en su espacio de promoción, cambia la leche por pintura blanca (óleo) así muestra una leche más tentativa, con esto queda en evidencia que la publicidad y los medios de comunicación nos intenta instalar la necesidad de » comer» por sobre nuestras necesidades biológicas de nuestro propio cuerpo. Esta embestida de placer debe ser tomado en cuenta al momento de iniciar una dieta con el objetivo de mejorar la alimentación y conducir una relación sana entre la persona y la comida.
Una persona que acude a un profesional para cambiar su dieta, no es una foto del momento, tenemos que conocer los mandatos sociales que recibió de infancia relacionadas con la alimentación y los placeres actuales que hoy le provocan. También su contexto social para así manejar adecuadamente toda variable que pueda boicotear el proceso que inicia. Una dieta es un nuevo plato cocinado por un equipo multidisciplinario donde la mirada biopsicosocial y así entender que no es posible pensar una dieta u otro procedimiento considerando al sujeto como un momento fijo en el tiempo, descartando su historia social y cultural que tiene la comida.