Opinión
Profesores de Chile, un trabajo franciscano: Alhué tu silencio te condena.
Por @psicologocano – José Luis Diaz.
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Los últimos días hemos sido testigos de las distintas marchas estudiantiles que se han presentado en todo Chile. Marchas que instalan las demandas de los alumnos y alumnas para mejorar sus condiciones de aprendizaje, sin embargo, estas mejorar si no consideran el cuerpo docente no tendrán los resultados esperados, muchas veces no se trata de recursos, mas bien de la voluntad política de dignificar una profesión y actividad tan vital para la sociedad y que hoy sufre total abandono.
Quiero compartir con ustedes un relato autorizado, el cual me dejo completamente impactado por su total abandono y a la vez admirado al ver la verdadera vocación.
Hoy en un Chile que pretende instalar la dignidad, el respeto y sobre todo el derecho, tenemos cuerpo docente que pide en medio de carretera, noches y peligros ser trasladado de su punto de trabajo.
Un silencio que la municipalidad de Alhué debe explicar.
“Mi nombre es Marisol Fuentes Zamora, soy educadora de párvulos y profesora básica.
En el año 2016 llegue a trabajar a la Comuna de Alhué donde no tenía dificultades para llegar a mi escuela. Ahora pertenezco a esos profesores invisibilizados después de la pandemia. Antes de la pandemia tenía una locomoción que me dejaba en la puerta de la escuela rural donde trabajo y por la tarde la tomaba en el mismo lugar; Escuela G123 San Alfonso de Alhué. Hoy no tengo como llegar a la escuela en forma segura como lo hacía antes de la pandemia, pero para la Ilustre Municipalidad de Alhué somos invisibles y hasta hoy, no tenemos solución.
Me levanto a la 5:20 de la mañana, me ducho, preparo desayuno, alisto mis cosas y me dispongo a ir a tomar una micro en Melipilla que a veces tomo a las 6:20 y si no logro tomar ese debo esperar el de las 6:50, obvio hay que llegar antes para no irme de pie, esta micro me deja en casi la mitad del camino, en un cruce llamado Santa Inés lugar considerado por todos peligroso, por diferentes hechos de vulnerabilidad que hemos sufrido alguna persona incluida yo, cuando dos tipos borrachos comenzaron a intimidarme que si no es por una conductora que pasaba por el lugar no quiero imaginar en lo que habría terminado. En este cruce debo comenzar hacer dedo esperando que una persona generosa y bien intencionada me pueda llevar a la escuela, esto situación puede demorar de 15 minutos hasta una hora y es lo mismo al regreso a casa, aunque por la tarde es aún más difícil porque el tiempo de espera aumenta, y en el invierno estamos ahí mojados por la lluvia y con frío por el viento frío del lugar y en la oscuridad, porque ni siquiera tenemos donde cobijarnos, esta situación no la vivo solo yo, también mi hijo de 12 años que estudia en la misma escuela donde trabajo, mi colega de Religión y la Educadora de Párvulos de la escuela que le sigue a la mía ubicada en el sector de la línea. Pese a la buena intención de mi director y directora de mis otros colegas, de dejarnos salir un poco antes no soluciona y tampoco previene los riesgos de que algo nos pueda pasar, además de agregar la poca empatía de los colegas porque creen que es un privilegio que nos vayamos antes, por lo que están siempre hostigando por esto, cuando a ellos no les afecta en nada, tampoco perjudicamos a nuestros estudiantes puesto que a la hora que nos vamos ya no hay estudiantes, y ellos; mis colegas en 15 minutos están en sus casas abrigaditos y preparando su once.
Como profesores ganamos este puesto de trabajo a través de un concurso público y antes de la pandemia teníamos locomoción, nos gusta trabajar con nuestros estudiantes y apoderados, siento que es indigno que estemos pasando por esta situación y que nadie se haga cargo, hemos viajado en distintos camiones de carga, camionetas y autos, hasta en una pompa fúnebre con tal de llegar a nuestras casas.
Es triste ver que, en vez de buscar una solución, se nos diga que busquemos trabajo en otro lugar. En la comuna hay dos líneas de micros y ninguna a retomado su recorrido como corresponde y el municipio tampoco ha buscado una solución para cuidar de sus profesores.
Marisol Fuentes Zamora
14.467.310-7.
Dejo este testimonio autorizado para problematizar la educación en Chile y comprender que los maquillajes sin una reforma estructural solo cubren la negligencia y el abandono que vive el profesorado.