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Las pruebas de Arias contra fiscales Moya y Abbott, “coludidos” para salvar a cardenales Ezzati y Errázuriz
Publicado por LaRed.CL.
Fiscal a cargo de investigar platas de la política y el caso Corpesca estaba a punto de procesar a los cardenales Errázuriz y Ezzati, por encubrimiento en abusos contra menores cuando comienza persecución en su contra. Querella a la que tuvo acceso exclusivo LaRed.cl detalla conversaciones entre Jorge Abbott y Sergio Moya para enlodar a Arias y reunión de los denunciados con abogado de Ezzati días antes de la denuncia.
Sergio Moya denunció a su jefe, el fiscal regional Emiliano Arias, a través de entrevistas en medios de comunicación. En un diálogo con Radio Bío Bío, Moya contó situaciones que podrían tener ribetes “penales y administrativos”. Indicando que denunció a Arias por cuatro hechos: un eventual tráfico de influencias en el caso Caval; obstrucción a la investigación en la causa contra el ministro de la Corte de Apelaciones de la ciudad, Emiliano Elgueta; obstrucción de la investigación en la causa del Teatro Municipal de Rancagua; además de una presunta violación de secreto por el caso de sustracción de información de la base de datos de la Fiscalía de O’Higgins por una causa de microtráfico que involucraba a un sobrino de Arias y que éste tomó sin previo aviso a sus superiores y sin tener nada que ver en la investigación.
El calvario que vivió Arias comenzó ese mismo día, fue suspendido de su ejercicio, se le realizaron seis sumarios internos y hasta el día de hoy lidia en tribunales para limpiar su imagen. Ayer de hecho, comenzó la arista penal de la denuncia en su contra en el Tribunal Oral en Lo Penal de Rancagua.
Además, Arias presentó una querella criminal contra Moya y también contra Pablo Andrés Gómez, fiscal nacional subrogante en el período de 2018 en el séptimo juzgado de garantía de Santiago. También se querelló contra quienes resulten responsables de los delitos de violación de secreto, obstrucción a la justicia y tráfico de influencias. Querella que fue declarada admisible y que hoy se investiga. Querella además que pone en jaque al ya cuestionado fiscal nacional Jorge Abbott por su participación en conversaciones con Moya en las cuales se busca perjudicar al castigado fiscal regional Emiliano Arias.
De la evidencia presentada en esta querella, sin duda la más reveladora es la reunión que el fiscal nacional Jorge Abbott sostuvo con el abogado del cardenal Ezzati el 9 de abril de 2019; reunión en la que según los antecedentes mostrados por el querellante Emiliano Arias, también habría participado el Fiscal Moya. Esta se realiza diez días antes de la denuncia de Moya contra Arias.
El 9 de abril de 2019, aparece en la agenda pública del Fiscal Nacional una reunión que mantuvo con el abogado del ex Cardenal Ricardo Ezzati, Hugo Rivera. Reunión que según los antecedentes entregados por la querella de Arias, también habría sido en presencia de Moya. Una reunión además que genera múltiples dudas debido al rol que Moya jugó en la salida de Arias de esta investigación con su posterior denuncia.
Aunque Abbott señaló al respecto que las reuniones se desarrollaron en forma separada y en distintos horarios, Arias logró demostrar a través de transparencia que las reuniones del Fiscal Nacional y el fiscal Moya junto al abogado Rivera fueron en el mismo horario.
Según dicta la querella, además, ese mismo día, en horas de la madrugada, el Fiscal Moya y el Fiscal Abbott habían tenido la siguiente conversación vía WhatsApp:
“09-04-19 00:01 – Moyita: Don Jorge, disculpe que le escriba a esta hora, pero hace poco se concretó un quiebre irremediable con mi Fiscal Regional Emiliano Arias. La utilización espuria de la causa de la iglesia y ahora la de la Corte de Rancagua es una carga que no pienso aceptar. No es posible que utilice las dificultades que han sucedido para reunirse con el ministro del interior Chadwick y Luis Hermosilla ayer domingo para ver la forma de causar daño a la cabeza de nuestra institución a propósito de la reunión con el señor Letelier. Le anuncie que veré la forma de dejar esta región por que los intereses extrapenales ya van más allá de lo antiético. Ojalá me pueda recibir lo antes posible. Le reitero mis disculpas por la hora.
09-04-19 03:43 – Fn: Sergio, estoy disponible para reunirnos a la brevedad. Entiendo que estás en curso en Santiago, juntémonos a la hora de almuerzo si te es para doble.
09-04-19 04:00 – Moyita: Muchas gracias allá estaré, nuevamente disculpe la hora pero no puedo dormir.
Según documentos de la investigación de Arias contra los arzobispos Errázuriz y Ezzati no se habría cumplido con los procedimientos que se encuentran regulados en el Código de Derecho Canónico, a partir del Canon 1717, el que señala que los obispos deben cumplir la siguiente obligación: “Siempre que el Ordinario (obispo) tenga noticia, al menos verosímil, de un delito, debe investigar con cautela, personalmente o por medio de una persona idónea, sobre los hechos y sus circunstancias así como sobre la imputabilidad, a no ser que esta investigación parezca del todo superflua”. La documentación que planeaba presentar el Ministerio Público con los nuevos casos para formalizar a Ezzati y Errázuriz, indicaba que en al menos cuatro de ellos no había cumplido con esta obligación: el del ex canciller del arzobispado metropolitano, Óscar Muñoz Toledo; el del presbítero Jorge Laplagne y una de las aristas de las múltiples denuncias contra Karadima, el presbítero Juan Salvador Riveros Silva y el párroco Augusto Rojas Valdivia.
De hecho, el 13 de mayo de 2011, el sacerdote Hans Kast, hermano mayor de José Antonio Kast- envió una denuncia al jefe provincial de los asuncionistas, Juan Carlos Cisternas, para que evaluara una eventual investigación previa a Karadima. Un mes después, el 9 de junio, envió copia de la denuncia a Ricardo Ezzati. Posteriormente, el superior de la congregación anunció que realizaría esa investigación previa pero esta jamás se realizó, así como tampoco las señaladas en este artículo.
“Le doy nomás… Escuche la BíoBío”
El 3 de diciembre de 2019 la defensa de Emiliano Arias recibe copias forenses de teléfonos del Fiscal Adjunto Sergio Moya por parte de uno de los imputados de la causa denominada Huracán, en la cual, dicho sea de paso, trabaja la esposa y abogada del fiscal regional, Mariza Navarrete, como abogada de los carabineros imputados en la operación.
Moya sostuvo una reunión con altos mandos de Carabineros en su casa, una práctica que parece frecuente en esta administración de Fiscalía y que va en contra de toda probidad y transparencia. A causa de esta reunión, a la que asistió el General Blú y el entonces General Director de la institución, Bruno Villalobos, Moya comienza a ser investigado y es así como se conocen las conversaciones contenidas en su celular.
En dicha evidencia hubo hallazgos relevantes que dan cuenta del conocimiento previo del Fiscal Nacional Jorge Abbott de la denuncia que realizaría en los días siguientes el Fiscal Sergio Moya Domke en contra de el Fiscal Regional Emiliano Arias.
Pero esos hallazgos no solo demuestran dicho conocimiento previo sino que, además, demuestran que Abbott autorizó expresamente al Fiscal denunciante a formular públicamente una denuncia contra Arias, denuncia que sirvió para fines distintos a los de su función, -acusa la querella- pues buscaba “sacar de la órbita de la Fiscalía Regional de O’Higgins ciertas causas que eran investigadas en ella, en especial las causas contra los abusos sexuales de la Iglesia Católica”.
En esa fecha el equipo de investigación encabezado por el Fiscal Emiliano Arias evaluaba solicitar la formalización de la investigación de los dos cardenales de la Iglesia Católica. Como antecedente al buen resultado que tendría ese formalización, el 22 de marzo de 2019, la Corte de Apelaciones de Santiago había rechazado el sobreseimiento del cardenal Ricardo Ezzati bajo el preciso argumento de que “no es posible, por ahora, sostener que la investigación en relación al imputado Ezzati se encuentre agotada y menos aún que pueda descartarse una eventual intervención como encubridor del aludido imputado en alguno de los ilícitos investigados en este procedimiento”.
El panorama para la iglesia católica debido a abusos de sacerdotes en la Sexta Región era desolador. Ni Ezzati ni Errázuriz podrían zafar fácilmente de la imputación de Arias. El Fiscal señala al respecto a LaRed.cl: “
Diez días después de la reunión entre Moya y Abbott, junto al abogado de Ezzatti, Arias es cuestionado públicamente por el Fiscal Sergio Moya, quien lo acusa de graves delitos funcionarios. Ese mismo día, y antes de la formulación de la denuncia, nuevamente el Fiscal Moya había tomado contacto vía whatsapp con el Fiscal Nacional.
07:11 hrs. Moya: “Don Jorge, nuevamente disculpe la hora. Yo creo que no debemos permitir que Emiliano se victimice este fin de semana y los días que vienen. Yo estaría por hablar claro y decir que yo también pedí el cambio, y ser bien directo. En definitiva sacarle la máscara al superhéroe como en los titanes del ring.”
08:19 hrs. Fiscal Nacional: “Estimado Sergio creo que siempre es bueno que se sepa toda la verdad y me parece, además, muy bien que tu estés disponible para que ello ocurra.”
08.20 hrs. Moya: “Entonces le doy no más.” “Escuche la Biobío ahora don Jorge.”
Curiosamente, tan solo 3 días después de esa denuncia, el lunes 22 de abril, el abogado defensor Hugo Rivera presentó un requerimiento por escrito al Fiscal Nacional denunciando menoscabos en su defensa del Cardenal Ezzati y pidiendo cambio del Fiscal Arias. Según informó el Diario La Tercera, en dicho requerimiento cita expresamente la denuncia de Moya realizada días antes.
Con posterioridad a ello, con fecha 9 de mayo de 2019 y tras la denuncia del Fiscal Moya, dicha causa es reasignada al Fiscal Xavier Armendáriz, quien tiene dos familiares directos como miembros de la iglesia católica, uno de ellos acusado de violación por su propia hija.
Armendáriz resuelve como primera medida disolver el equipo que se encontraba asignado a investigar la causa desarrollada por Arias y en el tiempo que trabajó el caso jamás acusó de encubrimiento a los ya mencionados cardenales.
La última información sobre este proceso ocurrió hace ya un año y medio, en noviembre de 2019, cuando en la investigación conocida como “la cofradía” no se acreditaron ni afectados ni delitos, por lo que fueron sobreseídos los dos últimos párrocos que permanecían imputados, de los 14 formalizados inicialmente. La causa se cerró sin culpables.