Sociedad
Ángel del Infierno: Investigación revela que Teresa de Calcuta era de todo, menos una santa
¿Qué hacía con el dinero? ¿Qué pasaba con los millones de pobres? Ser pobre, el sufrimiento como meta, eran casi como una ambición o un logro para ella, y ella le impuso esta visión de las cosas a quienes tenía a su cuidado.
Son numerosos estudios que demuestran que sus misiones eran verdaderas “casas de la muerte” y que los millones que recibió su fundación no se corresponden con el coste de sus obras de caridad. ¿Qué hacía con el dinero? ¿Qué pasaba con los millones de pobres?
La madre Teresa, canonizada en septiembre del 2016 por el papa Francisco, es sin duda la figura católica más respetada y admirada en la historia de India. Sin embargo, desde los años noventa, varias voces se han alzado para criticar su lado oscuro, “que ni en Occidente ni en India se quiere oír porque nadie quiere saber que su icono de la compasión, premio Nobel de la Paz, era una fanática religiosa amiga de dictadores, ricos y corruptos. A los pobres les pidió resignación y los ayudó a morir, pero sin darles cuidado profesional”, dice Aroup Chatterjee. Este doctor de Calcuta residente en Londres ha sido su crítico más consistente. Escribió el libro Mother Teresa The Final Veredict (Madre Teresa, El Veredicto Final) y estuvo detrás del documental Hell´s Angel (Angel del Infierno), del reconocido periodista anglo-estadounidense Christopher Hitchens, que en 1994 expuso por primera vez a nivel mundial la otra cara de la monja.
Aunque la religiosa siempre aseguró que no hacía política, dio su reconocimiento, entre otros, al dictador de Haití Jean-Claude Duvalier o al régimen totalitario de Enver Hoxha, en Albania. También recibió algunas donaciones que fueron muy criticadas, como las de Charles Keating, que fue encarcelado por el mayor fraude financiero en la historia de Estados Unidos hasta finales de los ochenta. Cuando Keating ingresó en prisión, lejos de devolver el dinero que le había entregado (al menos millón de dólares —896.300 euros—), la madre Teresa intercedió ante el tribunal pidiendo misericordia.
Chatterjee afirma que es imposible saber las donaciones que ha recibido la congregación de las Misioneras de la Caridad, fundada por Teresa de Calcuta, pero asegura que son millones y millones de dólares. “Con esa fortuna podría haber ayudado a vivir mejor a los enfermos”, dice. El doctor considera que Teresa de Calcuta dedicó su vida a expandir el catolicismo más fundamentalista, pregonando el culto al sufrimiento. “A los moribundos no se les daba ningún analgésico fuerte, incluso en los casos más extremos, y los cuidados no eran profesionales, carecían de la más básica higiene, sufrían condiciones de tortura”. Reconoce que la situación ha mejorado en los últimos años, pero recalca que todavía es pésima.
La madre Teresa también encabezó la cruzada del Vaticano contra el aborto y los anticonceptivos. En su discurso de aceptación del Nobel en 1979, declaró que “el más grande destructor de la paz hoy es el llanto del inocente niño no nacido”.
Aunque la madre sólo ayudaba a los creyentes a acercarse a su dios, cualquiera que fuera, en privado aceptó que había convertido a más de 29.000 personas que murieron en su centro, cuenta el doctor. En un vídeo, la religiosa explica que les bautizó “para que San Pedro los deje entrar al cielo”. Y concluye que “es muy bonito ver a la gente morir con tanta alegría”.
Los donativos siguen llegando a las Misioneras de la Caridad. Vienen de todo el mundo y proceden de gente de buena fe que, movidas por un acto de altruismo, momentáneo o no, envían sus cheques o giros de para ayudar en lo que ellos están convencidos de que es una buena causa: “Ayudar a los pobres de Calcuta”.
La Madre Teresa, nombrada por los medios de comunicación como “El Ángel de los Pobres”, murió en 1997 y fue beatificada en el año 2003.
La ganadora del premio Nobel de la Paz hizo votos de pobreza, pero debido a su fama mundial como benefactora de los desposeídos, hicieron incluso una emotiva e inspirada película de lo que suponía que fue su vida. Ríos de dinero llegaban en vida de ella, como continúan fluyendo después de su partida.
¿Qué pasó con todo ese dinero?
Una historia de Éxito
Agnes Gonxha Bojaxhiu, más conocida como la Madre Teresa de Calcuta, nacida en Skopje, Macedonia, es ampliamente considerada como una mujer santa. Llegó a Calcuta el 6 de enero de 1929, cuando tenía 18 años, era una monja de la Orden de Loreto. Sesenta y ocho años después, fieles y celebridades de todo el mundo se reunieron en Calcuta para rendir un último y sentido homenaje en lo que fue un funeral digno de una celebridad.
Durante todos esos años, Agnes fundó la orden más exitosa en toda la historia de la Iglesia Católica; fue galardonada pública y mundialmente con el Premio Nobel de la Paz y llegó a ser la monja católica más famosa de todos los tiempos.
Las dudas más que razonables.
Pero ¿Alguien se atrevería a tener dudas, cuando se refiere a una mujer menuda que es un monumento para la humanidad moderno?
Si uno viaja a Calcuta, las dudas surgen de inmediato.
Tomemos de ejemplo a Samity, un hombre de 30 y tantos años, sin dientes, que vive en los barrios miserables. Él es uno de los pobres entre los pobres a quienes se suponía que la Madre Teresa había dedicado su vida. Parado con una bolsa de plástico en las manos, hace cola de un kilómetro de largo junto con miles de otros pobres, en la Calle del Parque en Calcuta. Los pobres esperan pacientemente hasta que los ayudantes les arrojan arroz y lentejas a palazos dentro de unas bolsas. Pero contra lo que se pudiera esperar, Samitry no obtiene su escasa ayuda de parte de la institución fundada por la Madre Teresa -de hecho nunca la ha obtenido- sino de la Asamblea de Dios, una fundación norteamericana de caridad, la que sirve 18.000 comidas cada día.
“¿La Madre Teresa?” nos dice Samitry. “Aquí no hemos recibido nada de ella. Y pregunta en los barrios pobres, a ver si alguien ha recibido algo de esas hermanas. Dudo que encuentres a alguien”.
Pannala Manik se hace preguntas: “No comprendo por qué ustedes, gente occidental educada, ha hecho una diosa de esa mujer”. Manik nació hace más de 60 años en el barrio pobre de Rambagan, que con sus 300 años de existencia es el más antiguo de Calcuta.
Lo que Marik ha logrado, muy bien puede ser calificado como un auténtico milagro.
Ha construido 16 edificios de departamentos en medio de la miseria, proporcionando un espacio para vivir a 4.000 personas. El dinero para los materiales de construcción, equivalentes a 16.000 dólares por cada edificio de departamentos, fue solicitado insistentemente por Manik a la Misión Ramakrishna, una organización hindú de caridad, la más grande de asistencia social en India. Los habitantes de esa villa de miseria, construyeron con sus propias manos los edificios. Esto ha pasado a convertirse en un modelo para toda la India. ¿Qué colaboración obtuvo este hombre de la Madre Teresa?
– “Fui a verla tres veces” dijo Manik. “Ni siquiera quiso escuchar lo que tenía que decirle. Todo el mundo sabe que las hermanas tienen muchísimo dinero ¡pero nadie sabe lo que hacen con él!
No es extraño que en Calcuta existan cerca de 200 organizaciones de caridad ayudando a los pobres. Lo que extraña es que las Misioneras de la Caridad de la afamada Madre Teresa, no se hallen dentro de las mayores colaboradoras en servicios de caridad, lo que contradice la imagen pública mundial de la organización.
El mito.
El nombre “Madre Teresa” estuvo y sigue estando ligado a la ciudad de Calcuta. Los admiradores y contribuyentes en todo el mundo de la ganadora del Premio Nobel, están convencidos de que su organización debe ser la más activa en esa ciudad, en la lucha contra la pobreza.
Pero no es así. “Todo es mentira”, dice Aroup Chatterjee, un médico que vive ahora en Londres, nació y creció en Calcuta. Chatterjee, después de trabajar por años en todo lo relativo al mito de Madre Teresa, publicó un libro que ha sido reconocido como autorizado y con información verídica. “Madre Teresa: Veredicto final”.
Chaterjee condujo su investigación in situ; entrevistó personalmente a numerosos testigos y estudió de arriba abajo los discursos y declaraciones de la celebrada católica. “Donde quiera que buscara solo encontraba mentiras. Por ejemplo, la mentira acerca de las escuelas. La Madre Teresa, frecuentemente decía que ella dirigía un a escuela en Calcuta para más de 5.000 niños. ¿Cinco mil niños? . Habría sido la escuela más grande de toda la India. ¿Dónde está esa escuela? “Yo no he conseguido encontrarla, ni conozco a nadie que la haya visto nunca”
1. La madre Teresa siempre decía que recogía gente de las calles de Calcuta, pero ni ella ni su orden de monjas hacían eso. Cuando la gente le solicitaba ayuda, les decían que marcaran el teléfono 102 similar al 911 de emergencia en EEUU, que nada tiene que ver con orden religiosa alguna porque es del gobierno.
2. Aunque la orden posee varias ambulancias que les fueron donadas, éstas son utilizadas sólo para transportar a las monjas a los lugares de oración y no recogen a ningún enfermo ni herido.
3. La Madre Teresa decía que su orden alimentaba 4.000, 5.000; 7.000, o 9.000 habitantes pobres de Calcuta todos los días (el número variaba). Las tres cocinas de la orden en Calcuta sirve un máximo de 300 raciones de sopa al día. Y no sólo eso: Las cocinas sólo entregaban sopa a quienes poseían “tarjetas de comida”, que eran distribuidas preferentemente a los pobres que eran católicos, que son minoría en la India.
4. Aunque la orden que fundó la M. T. tiene algo de presencia en muchos países del mundo, en la mayoría de locales se preparan a monjes o monjas, no son para ayudar a los pobres.
5. Los refugios de la MT usualmente sólo ayudan a los niños si sus padres firman una forma de renuncia a su patria potestad y la ceden a favor de la organización.
6. La MT afirmaba continuamente que sus clínicas para la familia natural prevenían embarazos no deseados, pero los números que reportan no son reales.
7. La MT enseñaba insistentemente que el “sufrimiento era bello si se evocaba en el sufrimiento de Cristo”; sin embargo, cuando se enfermaba sólo se le internaba en exclusivos y lujosos hospitales para tratarse.
8. El hospicio en Calcuta por el que la MT obtuvo amplio reconocimiento, y el cual salía en reportajes y documentales, era muy pequeño, sólo tenía 80 camas y proporcionaba un servicio médico mínimo, muy elemental. Mientras ella vivió, las agujas eran recicladas, todos los pacientes eran obligados a llevar la cabeza rasurada, se prohibía recibir visitas y los analgésicos casi no se usaban. Las enfermeras no hablaban el idioma de la gente y no se involucraban en el cuidado de los pacientes. Esta labor siempre la realizaban voluntarios.
9. La MT a menudo aceptaba dinero de fuentes sumamente sospechosas y oscuras, la más notable de las cuales era la de Charles Keating, quien causara el fraude masivo en el sistema de cajas de ahorro y préstamos de los EEUU, y es considerado un notorio ladrón por la prensa crítica de su país.
NO somos monjas ni doctoras, somos religiosas.
Chaterjee cita a la MT, quien decía “No somos monjas, no somos doctoras, no somos maestras, no somos trabajadoras sociales. Somos religiosas, somos religiosas, somos religiosas”.
Y sin embargo, la MT está considerada como una personas humanitaria y como una mujer santa que dedicó su vida a los pobres. Nada más alejado de la verdad.
¿Como se ve en Calcuta a la organización de las monjas de los tres galones azules en el uniforme? Como mundialmente famosas y como las que tienen más dinero. ¿Cuánto dinero exactamente? Eso está guardado como un secreto de estado por el Ministerio de Finanzas de la India, encargado de supervisar a las organizaciones de caridad, probablemente par ano enemistarse con el poderoso Vaticano.
La revista alemana Stern intentó hace unos años conseguir la información, pero el Ministerio rechazó la solicitada arguyendo que era “información clasificada”.
No conforme con eso, Ster intentó averiguar el estado financiero de la organización en Alemania donde tiene 6 ramales. “NO es asunto que le concierna a nadie el saber cuánto dinero tenemos”, dijo el jefe de las operaciones de la orden en Alemania.
Pero la verdad siempre acaba por saberse. María Tingekhoff, una voluntaria alemana que tuvo el manejo contable de la organización en 1981, recuerda: “Solíamos obtener el amenos 3 millones de marcos anuales”. Pero la MT nunca confió por completo en los auxiliares seglares, “Por supuesto que ignoro cuánto dinero realmente ingresó en los años posteriores, pero deben haber sido fácilmente varias veces esa cantidad de 3 millones. La Madre siempre se mostró muy complacida por los donativos alemanes”.
Ríos de dólares.
La rama más lucrativa de la organización es la del Espíritu Santo en el Bronx de NY. Susan Shields sirvió en la orden durante nueve años y medio como la hermana Virgen. “Nos pasábamos la mayor parte del tiempo escribiendo cartas de agradecimiento y procesando cheques”, reveló Shields.”Cada noche, cerca de 25 hermanas debían invertir muchas horas en preparar los recibos para los donativos. Era como una correa de producción en una fábrica, mientras unas hermanas tecleaban, otras hacían la lista de las cantidades, metían las cartas en los sobres o clasificaban los cheques. Las cantidades oscilaban entre 5 a 100 dólares. Los donantes a menudo dejaban en la puerta los sobres llenos con dinero.
Antes de Navidad, el flujo de donativos era incontrolable. El cartero traía sacos llenos de cartas y los cheques de 50.000 dólares no eran nada extraños”.
La hermana Bigen recuerda que en un año había algo así como 50 millones de dólares en una sola cuenta de banco en NY ¿50 millones de dólares en un país protestante? ¿Cuándo estarían entonces recolectando en Europa o en el resto del mundo, en países con gran población católica? Se calcula aproximadamente que recogían al menos 100 millones de dólares cada año, y eso ha estado sucediendo durante muchos años.
Los gastos secretos
Así como los ingresos de la orden son secretos, los gastos son igualmente misteriosos. La orden difícilmente tiene en qué gastar tanto dinero. Sus establecimientos son tan pequeños y llaman tan poco la atención, que aun los vecinos tienen problemas para dar con ellos. La mayor parte de las veces, un “Hogar de la Madre Teresa” es tan solo una vivienda para las hermanas, sin funciones de caridad. NO se brinda ahí asistencia de ningún tipo.
Además de los donativos en dinero, la orden a menudo recibe donativos en especies. Cajas y cajas de medicinas arriban diariamente a los aeropuertos de la India. Granos y leche en polvo donados de todo el mundo, arriban en contenedores al puerto de Calcuta, Donaciones de ropa proveniente de Europa y los EEUU. llegan en cantidades inimaginables. En las esquinas de Calcuta, se puede ver a comerciantes vendiendo ropa con etiquetas occidentales por 25 rupias (un poco más de 1 dólar) la pieza. Muchos de ellos gritan: ¡Camisas de la Madre, pantalones de la Madre!
Al contrario de otras organizaciones de caridad, las Misioneras de la Caridad, gastan muy poco en su propia administración, puesto que funciona prácticamente sin costos. Hermanas de 15o países forman la fuerza de trabajo más preciada de todas las operaciones multimillonarias. Habiendo tomado votos de pobreza y obediencia, trabajan sin paga, apoyadas por 300.ooo ciudadanos auxiliares de buena fe.
Todo gratis
La MT veía como un derecho divino el no tener que pagar nunca por nada. Una vez, en Londres, compró en un supermercado despensa y comida para sus monjas por 500 libras esterlinas. Cuando le dijeron que tenía que pagar en la caja, la diminuta y aparentemente inofensiva monjita manifestó su temperamento balcánico y gritó ¡Esto es par ala Obra de Dios! Armó tanto escándalo que un hombre de negocios en la cola terminó por pagar la cuenta de la iracunda monja.
¿Dónde va tanto dinero?
En Inglaterra, país no católico, las autoridades se muestran más rígidas con la orden.
Por eso fue posible saber que cada año, de acuerdo con las declaraciones de la orden ante las autoridades fiscales británicas, una parte de la fortuna que maneja es enviada a cuentas de la orden en otros países, Cuánto y a qué países, no aparece en la declaración.
Destino Vaticano.
Pero uno de los receptores, sin embargo, es siempre Roma. La fortuna de la famosa organización de caridad es controlada por Roma… desde una cuenta del Banco del Vaticano. Y lo que sucede con el dinero en el Banco del Vaticano, es tan secreto que se sospecha que ni siquiera Dios parece saberlo.
Una cosa es segura, Los dispensarios de la MT en los países pobres no se benefician de la generosidad de los países ricos.
La biógrafa oficial de la MT, Kathryn Spink, escribe: “En cuanto las hermanas se establecen en cierto país, la Madre Teresa les retira todo apoyo financiero”. Por consiguiente, las ramas de la orden en los países más necesitados, sólo reciben un apoyo inicial.
La mayor parte del dinero, permanece en el Banco del Vaticano listo para financiar los lucrativos créditos que decide la cúpula cardenalicia.
La orden ha rehusado contestar las peticiones por escrito acerca de dónde se encuentra el dinero de los donativos.
“Debería visitar el Hogar en Nueva York, así entendería lo que sucede con los donativos.” musita Eva Kolodziej. Esta dama polaca fue Misionera de la Caridad durante cinco años. “En la bodega del sótano del refugio para indigentes, hay muchos libros valiosos, joyería y oro. ¿Qué hacen con ellos? Las hermanas los reciben con sonrisas y los guardan. Mucho de esto ahí queda sin servir y para siempre”.
Los millones en efectivo que recibe la orden tienen un destino similar. Susan Shields (antes la Hermana Virgen) dice: “El dinero no se usaba indebidamente, pero la mayor parte no se usa. Cuando hubo hambruna en Utiopia. Una vez le pregunté a la hermana que estaba a cargo de las cuentas, si debería sumar los cheques y enviar el total allí. La hermana me contestó “NO, nosotras no enviamos dinero a África” Pero aún así, yo continué haciendo recibos para los donantes “Para Etiopía”.
Para la mente de las hermanas, las finanzas son camino de una sola vía. “Siempre se nos dijo que el hecho de que recibiéramos más que otras órdenes, mostraba que Dios amaba más a la Madre Teresa” dice Susan. Donativos y cuentas gordas son, para ellas, la medida del amor de Dios. Para ellas, recibir es más sagrado que dar.
Los que padecen son aquellos a quienes originalmente fueron dedicados los donativos. Una vez, como Susan recuerda, los auxiliares cometieron un error de organización, así que nos repartieron pan con las comidas. Las hermanas preguntaron a la monja superiora si podrían comprar el pan. “Ni pensarlo….somos una organización pobre” esa fue la respuesta. “Al final del día los pobres no recibieron su pan, dice Shields, que muchas veces comprobó casos similares. Una niña no llegó a su primera comunión porque su madre no pudo comprarle su vestido blanco, así que tuvo que esperar al año siguiente, pero conforme se acercaba la fecha, se presentó de nuevo el mismo problema. Susan (la hermana Virgen) le preguntó a la madre superiora si la orden podría comprarle el vestido. Una vez más, su petición fue rechazada. La niña, hoy una mujer, no hizo su primera comunión.
Pobre entre los pobres
Debido al rigor de la opulenta orden, los pobres entre los pobres, los huérfanos en la India, son los que más sufren.
Como de costumbre, lso costos para el funcionamiento de la casa hogar no son solventados por la orden, sino por los futuros padres adoptivos. En esa casa hogar, a veces 2 o 3 niños se recuestan en un mismo catre, en cuartos atestados, donde no queda un centímetro cuadrado para que jueguen. Una organización con una fortuna billonaria, que tiene el triple de dinero que el presupuesto total de la UNICEF ¿No puede comprar más catres y construir orfanatos decentes, con su propia área de juegos?
Desde luego, las Misioneras de la Caridad tienen dinero más que suficiente no sólo para construir una buena cantidad de orfanatos en Calcuta, sino para ayudar a miles de huerfanitos que luchan por sobrevivir en las calles de Calcuta, Bombay y Nueva Delhi.
Ahorrar era la filosofía de la Madre Teresa. No se permiten los c0mputadores, máquinas de escribir o fotocopiadoras, las que aún cuando eran generosamente donadas, no se permitía su instalación. Para llevar la contabilidad, las hermanas usaban libretitas escolares, en las que apuntan con lápiz, amontonadas en cantidades hasta que se llenara. Entonces reciclaban tales libretas, las borraban y volvían a usar.
Para operar como un sistema eficiente de caridad, hubiera sido inteligente entrenar a las monjas para convertirse en enfermeras, maestras, o administradoras. Pero las Misioneras de la Caridad nunca son entrenadas para nada más que para ser monjas.
En 1994, Robin Fox, editor de la prestigiosa revista médica inglesa The Lancet, es un comentario sobre las condiciones de los hogares de la Madre Teresa, sacudió al mundo al decir que cualquier operación catastrófica era ajena en esa institución. Los pacientes con tuberculosis no eran aislados, las jeringuillas eran reutilizadas, después de pasar un un simple lavado de agua. A los pacientes con dolores insoportables le eran negados loa analgésicos no porque la orden careciera de ellos, sino por principio alegando que “El más bello regalo para una persona es que pueda participar del sufrimiento de Cristo” Ese era el lema de la MT.
Una vez trató de aliviar a un paciente que aullaba de dolor “Tú estás sufriendo, lo que significa que Jesús te está besando” El sufrido paciente le gritó, furioso “Pues dile a Jesús que deje de besarme!
El médico inglés Jack Preger trabajó una vez en el hogar para moribundos, dijo “Si se quiere dar amor, comprensión y cuidado, deberían usarse agujas estériles. Esta es posiblemente la orden más rica del mundo. Muchos de los que mueren aquí no tendrían porqué hacerlo”
El periódico británico The Guardian describió el hospicio como “una desorganizada forma de asistencia negligente”
Y todo parece indicar que el cuidado médico para los huérfanos no es mejor. En 1991 el director de Pro Infante en Alemania envió un boletín a los padres adoptivos en su país. “Por favor revisen la vigencia de las vacunas en sus hijos. Creemos que en algunos casos han sido vacunados con vacunas caducadas, o que han sido inutilizadas por el almacenamiento defectuoso”
Todo esto apunta a una cosa, algo en lo que la Madre Teresa reiteraba con mucha frecuencia en sus discursos, y era que le preocupaba mucho más la vida después de la muerte, que esta vida mortal humana.
El dinero como Forma de Acallar Conciencias.
El negocio de la Madre Teresa era muy sencillo: Dinero para acallar conciencias. Quiénes se beneficiaban al máximo con este esquema eran los donantes… se sentían muy bien. ¿Se beneficiaban de alguna manera los pobres? Difícilmente.
Quienes llegaron a creer que la Madre Teresa quería cambiar el mundo, eliminar el sufrimiento o combatir la pobreza, sencillamente deseaban creerlo por su propia tranquilidad. Esa gente no le escuchó nunca con atención. Ser pobre, el sufrimiento como meta, eran casi como una ambición o un logro para ella, y ella le impuso esta visión de las cosas a quienes tenía a su cuidado.
Ya con fama mundial, la fundadora de la orden tuvo plena conciencia de los malentendidos sobre los cuales su fama se habían construido. Ella misma escribió estas palabra que colgó en el Hogar de la Madre, en Calcuta.
“Decidles que no estamos aquí para trabajar, estamos para Jesús. Somos religiosas por encima de todo. NO somos trabajadoras sociales, no somos maestras, no somos doctoras, somos monjas”.