Opinión
El poder en el Pueblo: Un miedo de la derecha, en esta nueva constitución
Por @psicologocano – José Luis Diaz.
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Este 4 de septiembre se vota la nueva constitución, nunca en la historia de nuestra republica el pueblo del chile, el ciudadano a pie, quien fuera llamado por la élite política de “patipelado” tuvo tanto poder sobre su futuro y su destino.
Hoy no solo podemos cambiar la constitución, también podemos reflejar en ella nuestras necesidades y sentir, constituyéndonos como sujetos de derecho.
Frente a esto me gustaría señalar algunos puntos que me parecen importante y que ayuden a la comprensión ciudadana, alejada de toda propagando pagada y distorsionada que la derecha ha intentado levantar para mantener sus privilegios.
Los países más avanzados y desarrollados en derechos civiles revisan sus leyes y el funcionamiento del Estado con el objetivo de responder a los cambios sociales, políticos y culturales, Chile no puede quedarse al margen de esta acción.
Esta prueba democrática debe ser respaldada por todos los sectores y espacios que se autodefinen como democrático y representativo.
Detener esta acción no sólo debilita la democracia, también nos hace retroceder en lo avanzado.
No podemos negar que los 80,90 y comienzos del 2000 marcaron a las nuevas generaciones y hoy nos entregan un país distinto. Un país que grita avances y desarrollo en todos los ámbitos, por lo tanto, la nueva constitución no se trata de cambiar la actual constitución, más bien nos invita a mirar el futuro que queremos y como deseamos concretarlo.
Esta no es una pelea entre ricos y pobres, no es una disputa entre izquierda y derecha. Ya que ambos sectores o clases sociales se verán beneficiados con las nuevas directrices que tendrá el país.
La nueva constitución no parte de cero y tampoco elimina lo que hoy sirva. La nueva constitución refresca las instituciones e incorpora a los invisibilizados de ayer. Mujeres, infancias, flora y fauna entre otros pasan al papel y del papel al derecho. Sin que esto último represente un peligro para los ya existentes.
Los pueblos originarios que tanto vídeos turísticos los muestran como protagonistas pasan en la nueva carta nacional a ser sujetos de derecho.
Esta carta constitucional también nos muestra nuevos deberes, como el respeto, la inclusión, la no discriminación entre muchos.
La constitución actual no puede ser vista como un ancla de frene los avances y detenga el progreso cultural y social.
La nueva constitución no se levanta en oposición a la actual, es por ello que la viaja constitución debe dar paso a la nueva.
El desorden que a muchos asusta no es nuevo, es más bien un reflejo de las múltiples culturas y sociedades que viven en Chile.
La nueva constitución no fue exportada ni enviada a realizar. La hicimos todos, todas, y todes, incluyendo también la voz de los ríos, mar y cordillera.
Los pueblos hablaron y dialogaron.
Sobre la figura de carabineros y Fuerzas Armadas, espacio que pareciera sentir la derecha como patrimonio personal y quienes lo deben cumplir la misión de asegurar sus vidas y bienes, me gustaría señalar lo siguiente.
Mi opinión sobre ambas instituciones la conocen. Esta vez quiero escribir al imaginario del concepto » la familia militar o la familia de Carabineros» . Si bien es cierto, hay familiares, está lejos la institución en ser una familia.
Que significa Carabineros y Fuerzas Armadas para Chile.
Representa el mayor espacio de discriminación y segregación en nuestro país. Un espacio donde aún habita el » hijo natural», el pobre y el acomodado.
Las cabezas de estas instituciones no lo son por méritos o capacidades, están ahí simplemente por el poder de su » bolsillo» dejando en evidencia la mayor desigualdad amparada por el Estado.
Espacios donde existe el » rancho» como un lugar donde comen los » cerdos» y otro donde almuerza la élite nacional.
Lo que escribo no es nuevo, hay distintas publicaciones que he realizado sobre lo mismo.
Hoy la familia de Carabineros y Fuerzas Armadas tienen la posibilidad de terminar con esa segregación que discrimina.
La nueva constitución llevará a las instituciones para un espacio de igualdad y sin la discriminación generada por el bolsillo, eso le duele a la clase alta ya que para ellos «perraje» y élite no pueden mezclarse, eso entienden por la » desaparición de Carabineros». Acá hay que ser claro y concreto.
Carabineros y fuerzas Armadas no van a desaparecer, reaparecerán como instituciones renovadas, donde el mérito y las capacidades sean el escalafón que marque la diferencia.
Con la nueva constitución es posible que el hijo de un carabinero nacido del pueblo pueda llegar a ser un general y no seguir con la herencia de clase que hoy ha vivido.
Ser carabineros o miembro de las fuerzas Armadas y votar rechazo es seguir perpetuando la discriminación, la diferencia de clase y la segregación.
Ser familiar de carabineros o de Fuerzas Armadas y votar rechazo es condenar a los hijos de las nuevas generaciones a que se transformen en los «bastardos» del Estado, un perraje en defensa de la burguesía, pero jamás del pueblo.
Sobre los diferentes tribunales que han envestido como espacios de diferenciación judicial, haciéndonos creer que ellos buscan la igualdad, después de que por mas de 100 años se encargaron de recordarnos que el hijo natural siempre seria de segunda categoría en comparación al hijo del sagrado matrimonio, quisiera señalar una breve experiencia.
Al parecer Chile es un país desconocido por un pequeño grupo de la población, un pequeño grupo que espera seguir decidiendo por la gran mayoría. Un pequeño grupo que espera seguir disfrutando de privilegios y de las riquezas del país.
Un pequeño grupo que jamás se enteró de la existencia de los RAC. Espacios dependientes de la Corporación de Asistencia Judicial.
Los RAC, lugar de Resolución Alternativa de Conflicto, existían en el 2003 y parte del 2004, eran espacios de » Justicia local o territorial » los cuales tomaban la idiosincrasia y contexto de los afectados para resolver en derecho, equidad y justicia. Era una instancia previa al juzgado de policía local y tribunal, porque previo, porque los temas ahí llevados, no se constituían en delitos, más bien pleitos domésticos que existían en la comunidad.
Cada RAC era distinto ya que cada comuna era distinta y lo sigue siendo.
Cuando se habla de justicia para cada pueblo, no es descubrir la pólvora o inventar la rueda, es tomar lo que en un momento funcionó en Chile y que dio resultados favorables.
La justicia distinta que para muchos es un atentado a la soberanía e instala la desigualdad, nace del espíritu de ese espacio de resolución, fomentando la comunicación, mejorando la relación y el buen entendimiento entre vecinos.
Hoy llevarlo a cada pueblo es tomar una experiencia y mejorarla, darle el peso jurídico que requiere una resolución amistosa.
Estos espacios eran un lugar de mediación vecinal. Posiblemente la derecha lo desconocía, porque como muchas cosas en Chile la derecha desconoce y bloquea con mentiras y montajes. Abusando del dinero propagandista y de los rostros pagados.
Hoy más que nunca la frase que sepultó a la derecha burgués » no sabía cómo vivían los chilenos» cobra mayor valor y lo que no se conoce asusta, da miedo.
Miedo que puedo entender en el ciudadano común.
Miedo a perder los privilegios de pequeños burgueses.
Nota: El RAC de Cerrillos era dirigido por la sobrina de soledad Alvear, militante DC que hoy vota rechazo, posiblemente miedo a no tener al Estado como espacio de enriquecimiento familiar.