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Fugas en el WC: desperdicio silencioso y problemas con los vecinos
Un inodoro con fuga puede desperdiciar cientos o incluso miles de litros de agua al mes, elevando considerablemente la cuenta de agua. Detectar a tiempo este problema y repararlo es clave para el ahorro y el cuidado del recurso hídrico.
Las fugas en los inodoros son uno de los problemas más comunes en los hogares, y aunque a veces pasan inadvertidas, representan un desperdicio considerable de agua.
Según datos, una fuga puede llegar a significar desde cientos hasta miles de galones perdidos mensualmente, con el impacto directo en el bolsillo de los usuarios.
Además, en el caso de condominios o departamentos, las fugas, a veces silenciosas e imperceptibles, pueden erosionar suelos y cielos, provocando filtraciones hacia otras unidades y daños colaterales a terceros, sobre todo si no se cuenta con un seguro de responsabilidad civil.
Cómo saber si el inodoro tiene una fuga
En muchos casos, identificar una fuga es sencillo, ya que se perciben sonidos de agua corriendo, goteos o un leve silbido constante. Sin embargo, en otras ocasiones el agua fluye silenciosamente, lo que hace más difícil detectarla.
El Regional Waters Provider Consortium recomienda un método casero y muy efectivo:
- Levantar la tapa del tanque del inodoro.
- Colocar unas gotas de colorante, una tableta o un poco de tinte artificial en el agua.
- Volver a poner la tapa y no accionar la descarga.
- Esperar entre 10 y 15 minutos.
- Si el agua de la taza adquiere el color del tinte, significa que existe una fuga.
Reparaciones más comunes para detener la fuga
Una vez confirmada la filtración, reparar el desperfecto es fundamental para evitar el despilfarro de agua.
Portales especializados sugieren algunas soluciones prácticas:
- Reemplazar la válvula de llenado: es la causa más frecuente de fugas. Se debe cerrar el suministro de agua, retirar la válvula defectuosa e instalar una nueva siguiendo las instrucciones del fabricante.
- Revisar flotador y cadena: verificar que el flotador esté bien alineado y no se atasque. La cadena tampoco debe estar demasiado tensa ni enredada, ya que esto puede impedir que el tapón cierre bien, dejando pasar agua de forma continua.
- Inspeccionar la junta: este sello, ubicado entre la base del inodoro y la tubería de drenaje, puede deteriorarse con el tiempo. Revisarlo implica retirar el inodoro, por lo que en este caso puede ser recomendable recurrir a un técnico especializado.
Las fugas en los inodoros no solo afectan el bolsillo, sino que también representan un problema ambiental por el uso innecesario de agua potable.
Detectarlas a tiempo y repararlas con mantenimiento básico o con la ayuda de un seguro de hogar en caso de un siniestro que la provoque, es una tarea al alcance de cualquier persona. En casos más complejos, acudir a un especialista garantiza una reparación segura y duradera, asegurando así eficiencia en el consumo del hogar.
