La administración de Joe Biden expresó una mayor firmeza hacia Israel después del ataque que resultó en la muerte de siete trabajadores de World Central Kitchen, generando una condena internacional y mostrando la creciente frustración con el gobierno de Benjamin Netanyahu.
Aunque no ha tomado medidas concretas, como restringir el envío de armas a Tel Aviv, la Casa Blanca ha elevado su tono. En un comunicado, Biden se mostró consternado por la tragedia, exigiendo una investigación rápida y rendición de cuentas por parte de Israel. Además, criticó la falta de protección a trabajadores humanitarios y civiles en Gaza.
La respuesta oficial refleja la creciente preocupación por las víctimas civiles de la ofensiva israelí contra Hamas. Israel reconoció el ataque como un grave error, expresando disculpas y comprometiéndose a realizar una investigación exhaustiva.