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Los Rituales y Supersticiones más Curiosos del Fútbol Chileno
La observación de estos rituales y supersticiones se ha convertido en una parte esencial de la experiencia del fútbol para muchos, tanto en el campo como fuera de él. Sin embargo, estos rituales también tienen un papel interesante en las apuestas deportivas. Con las avanzadas aplicaciones de apuestas deportivas disponibles hoy en día, los apostadores a menudo toman en cuenta estos rituales y supersticiones como parte de su estrategia de apuestas. Aunque puede parecer extraño a los no iniciados, muchos creen que la suerte que ciertos rituales aportan al equipo o al jugador puede influir en el resultado del partido, y por lo tanto, en el resultado de sus apuestas.
Rituales Pre-Partido
Antes de cada partido, tanto jugadores como aficionados llevan a cabo distintos rituales buscando atraer la fortuna. Un ejemplo notable es el del famoso jugador Alexis Sánchez, quien tiene la costumbre de entrar en el campo como último miembro de su equipo. Aficionados, por su parte, también tienen rituales específicos. Algunos optan por usar la misma camiseta de su equipo de siempre, creyendo que cambiarla traería mala suerte. Otros, por ejemplo, llevan consigo amuletos o recitan oraciones antes de cada partido. Un caso peculiar es el de un seguidor del Colo-Colo, quien se ha hecho famoso por comer empanadas de pino antes de cada partido, convencido de que este ritual ha ayudado a su equipo en innumerables ocasiones. Estos son sólo algunos ejemplos de cómo la superstición se entrelaza con la pasión por el fútbol en Chile.
Supersticiones Durante el Partido
Durante el partido, las supersticiones continúan desempeñando un papel importante. Por ejemplo, muchos fanáticos evitan decir ciertas palabras o frases por temor a «maldecir» a su equipo. Esta práctica es especialmente común entre los seguidores de la Universidad de Chile, quienes creen que mencionar la palabra «gol» antes de que realmente ocurra puede provocar lo contrario.
En cuanto a los colores, una superstición bastante extendida es la de evitar por todos los medios el color amarillo. Esta creencia, muy ligada al Club Deportivo Universidad Católica, se basa en la idea de que el color amarillo trae mala suerte a su equipo.
Otro comportamiento bastante común es el de cambiar de posición o incluso de lugar en el estadio si el equipo está jugando mal. Para muchos, esta acción tiene el potencial de cambiar el rumbo del partido. Un conocido seguidor de Cobreloa, Roberto Álvarez, ha afirmado en varias ocasiones que sus cambios de asiento durante los partidos han sido cruciales en los triunfos de su equipo.
Las maldiciones también son un componente central de las supersticiones futbolísticas. Un ejemplo famoso es la «maldición de Garabato», supuestamente impuesta al equipo de Colo-Colo, que sostiene que el equipo no puede ganar la Copa Libertadores hasta que se levante la maldición. A pesar de ser una creencia sin base científica, algunos seguidores toman estas maldiciones muy en serio, yendo incluso hasta el extremo de realizar rituales para intentar romperlas.
Rituales Post-Partido
Después de un partido, las acciones rituales varían enormemente entre los aficionados. Un ritual posterior al partido comúnmente observado entre los seguidores de Colo-Colo es el de celebrar la victoria en la Plaza Baquedano, también conocida como Plaza Italia, en el centro de Santiago. En contraste, después de una derrota, los seguidores de la Universidad de Chile a menudo se reúnen en la Plaza Ñuñoa para consolarse colectivamente y fortalecer su espíritu de equipo. Una conocida seguidora de Audax Italiano, María José Rojas, ha mencionado en diversas entrevistas que ella tiene la costumbre de escuchar la misma canción después de cada victoria de su equipo, creyendo que esto «sella» la victoria y trae buena suerte para los próximos partidos.
En conclusión, los rituales y supersticiones son elementos intrínsecos de la cultura del fútbol chileno. A pesar de que pueden parecer peculiares para aquellos que no están familiarizados con ellos, estos ritos poseen una importancia fundamental en la construcción de la identidad colectiva y en la consolidación del sentido de comunidad entre los seguidores. Estas prácticas, que se transmiten de generación en generación, fortalecen los lazos emocionales con los equipos y promueven una conexión más profunda entre los aficionados. A pesar de que la ciencia no respalda su efectividad, la fe y convicción con que se realizan estos rituales subraya la pasión que los seguidores del fútbol chileno tienen por este deporte, demostrando que el fútbol es mucho más que un simple juego, es parte integral de su identidad cultural.
