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Padre mató a su hijo para no pagar pensión alimenticia: el crimen que impactó a San Antonio en 2002
Un impactante crimen impactó a la comunidad de San Antonio, región de Valparaíso, principalmente por la frialdad con la que actuaron los responsables.
Según antecedentes del Poder Judicial, una demanda por pensión de alimentos provocó la ira de un padre, que secuestró y mató a su hijo de 12 años, el 26 de septiembre de 2002.
Se trata del caso de Juan Miranda Soto, niño que salió de su casa una mañana rumbo al colegio María König, donde cursaba sexto básico, pero nunca más regreso.
María Cecilia Soto, su madre, movilizó a familiares, amigos y vecinos para dar con su paradero. Luego de diez días de búsqueda, el cadáver fue encontrado en una quebrada aledaña a un vertedero de la comuna. Su cuerpo presentaba puñaladas en el tórax y espalda.
Tras el hallazgo, la mujer afirmó a la prensa que sospechaba del padre del pequeño, Patricio Miranda, ya que la había amenazado por una demanda de pensión alimenticia que el hombre se negaba a pagar.
“Era una miseria. Al principio, cuando demandé, la pensión era algo de $18 mil, pero se le fue juntando. Cuando logré dar con su dirección se agilizó el trámite, ahí ya iba en $1.000.000”, dijo la madre a Chilevisión.
“Se me vino altiro a la cabeza que su padre lo tenía. Buscamos día y noche, hasta en los lugares más tontos… pista que llegaba nosotros íbamos”, agregó.
Después de dos meses de indagaciones, se supo que el padre había interceptado al pequeño en un furgón, acompañado de su actual esposa, Nevenka Beltrán.
Las sospechas de la madre fueron confirmadas por un testigo, quien identificó a Miranda el día del crimen mientras iba en el vehículo.
La investigación también comprobó que su pareja le facilitó los medios técnicos e intelectuales para cometer el crimen.
Incluso, el hombre intentó contratar a un sicario, Juan Carlos Leiva, quien decidió no cometer el ilícito al darse cuenta de que estaba en juego la vida de un menor de edad.
Condena y muerte del padre de “Juanito”
En 2008, Miranda fue condenado a 20 años de cárcel por el asesinato de su hijo, y Nevenka a 10, quienes se mantenían privados de libertad desde 2006.
Sin embargo, en 2009, la Corte de Apelaciones de Valparaíso rebajó la pena de ambos: 10 años de presidio para Miranda y 8 a Beltrán, consignó La Tercera.
En 2010 el caso de “Juanito” sumó un nuevo capítulo, luego de que el hombre se suicidara mientras cumplía su condena en la cárcel de San Antonio.