El comercio electrónico no para de crecer en América Latina: 50% de incremento en 2020

Sin dudas la pandemia de Covid-19 vino a cambiar por completo la cara de los negocios, mostrando por ejemplo que las ventas de comercio electrónico están entre uno de los aspectos fundamentales para toda empresa que busque subsistir en un mundo donde la competencia se tornó brutal, ante la falta de consumo. Es que el coronavirus, además de tener tremendas implicancias para la salud de las personas, también tuvo un importantísimo impacto económico al que Chile no fue inmune.

Es que además, no sólo las economías regionales, sino los gigantes del mundo tuvieron indicadores muy negativos, incluyendo a los Estados Unidos que registró un desempleo récord durante los primeros meses de la pandemia, implicando que casi 10 millones de personas se quedaron sin trabajo por la pandemia. Incluso cuándo ese país fue uno de los más laxos en las medidas restrictivas que se tomaron en el mundo, la economía sufrió y mucho.

Y claro como pasa en muchas regiones del mundo, cada vez que Estados Unidos cae, arrastra consigo a su caída a otras economías mundiales que dependen del comercio con esa nación. Es por eso que en América Latina la caída de los Productos Brutos Internos (PBI) estuvieron en el orden de los 10 puntos para las economías más débiles.

El contexto ideal

Este tipo de medidas restrictivas y la caída de la economía en términos de ventas retail, obligaron a la mayoría de los comercios a tomar medidas desesperadas en algunos casos, mientras que otros ya estaban más familiarizados con los formatos de venta electrónicos y pudieron pasar la crisis de mejor manera. Es que la mayoría de los consumidores se volcaron al comercio electrónico, también conocido como e-commerce, ante la imposibilidad de circular o bien el miedo a los contagios.

Esto implicó un crecimiento del comercio electrónico que según las estadísticas más recientes está en torno al 50% para América Latina, un dato sin dudas prometedor para muchos, mientras que para otros significa una tendencia que probablemente no se vaya a revertir en el corto plazo. Es más, para muchos especialistas la pandemia de Covid-19 no fue más que el catalizador de un proceso que se estaba dando en las vísceras del comercio y que ahora es una realidad.

Muchas empresas recurrieron a modificar su imagen para mostrarse más atractivas a los consumidores, un punto que de acuerdo a los sondeos a los consumidores, resulta fundamental a la hora de elegir una marca. Consultados, los consumidores señalaron que para 3 de cada 10 los logos lo primero que notan al buscar una empresa nueva, mientras que para un 78% de los consultados los logos son una obra de arte.

Para muchos jóvenes que estaban interesados en el diseño gráfico, la posibilidad de aprender a diseñar un logo online en cursos que se pueden acceder en el momento que se quiera, resulta una excelente oportunidad de trabajo. Sobre todo en una era en la que las empresas están buscando modificar su imagen corporativa para hacerse más atractivas a los nuevos consumidores.

Esto es particularmente cierto a la hora de considerar que en muchos casos los logos de reconocidas marcas mundiales contaban con imágenes que pueden resultar ofensivas para ciertos grupos étnicos, que poco a poco están desapareciendo para dar lugar a nuevas imágenes más acordes a los tiempos que vivimos.