Opinión
Derribando Mitos: La verdad detrás de la foto de la patada que Salvador Allende dio a senador Armando Jaramillo en 1966
Una aclaración para la derecha ignorante y facha.
En vista y considerando una discusión que tuve (que se me fue de las manos) en un foro donde se mostraba esta imagen de Salvador Allende, expreso lo siguiente:
Este fue un acto de camaradería entre Salvador Allende y Armando Jaramillo Lyon en una carrera con apuesta a las afueras del Congreso en el año 1966.
El entonces senador y ex embajador de Chile en Colombia Armando Jaramillo Lyon, presidente del Partido Liberal y quien representó a la circunscripción de O´Higgins y Colchagua en 1966, durante el día del Deporte, compitió con el «Chicho» Allende y desafortunadamente se tropezó y no concluyó la competencia. Por supuesto, Allende triunfador le dio «una chuleta» al perdedor, todo esto en un marco de camaradería y de risas.
En 1987, Jaramillo se unió a otros políticos para fundar el Partido Por la Democracia, (PPD) del cual fue vicepresidente.
Lo digo porque he visto hasta cansarme esta foto en muchos portales de derecha pinochetista, malinterpretando el contexto de la cual se sacó esta foto. Por lo que quiero reivindicar esta imagen a todo aquel la haya difamado diciendo que nuestro presidente Salvador Allende era «violento».
Nuevamente, a la derecha, infórmense antes de hablar: ¡IGNORANTES!
ATENCIÓN…, A SUS MARCAS! Todo listo para la breve carrera. Armando Jaramillo y Salvador Allende, junto a un funcionario del Senado, se preparan. El senador liberal parece estar en perfectas condiciones para llegar primero. Allende se ve más confiado.
Anecdotario de Salvador Allende
La Revista “7 Días”, Nº 3164 del 3 de diciembre de 1965, publicó en sus páginas un episodio bien revelador de la rica personalidad de Salvador Allende, material que recogemos para la historia anecdótica del líder socialista que amaba la vida más allá de la trascendencia y la solemnidad.
La revista ofreció la siguiente crónica del suceso:
El tradicional paseo del día del Senado no cambió e su programa, a pesar del lema “todo tiene que cambiar”. Los senadores democratacristianos se incorporaron a la celebración y se vivió la tradicional alegría de siempre. Una alegría con olvido de los gritos, discursos y diferencias políticas que agitan las aguas siempre inquietas de la Cámara Alta.
Todos los años el Senado cierra sus puertas y desde los senadores hasta los porteros salen a participar den un paseo común. Esta vez lo hicieron en el centro de descanso que tiene Carabineros en Apoquindo. Las secretarias, los secretarios de comisiones, siempre desesperados entre rumas de papeles y actas; los porteros inquietos por los pedidos constantes de los honorables, olvidaron todo eso para dedicarse a vivir la emoción de una carrera de ensacados, de tirar a la cuerda…, o de una carrera en metros planos, simplemente.
Una de esas carreras la ganó el senador Salvador Allende. Su opositor fue el liberal Armando Jaramillo. Este no alcanzó a llegar a la meta. Un inesperado tropezón le hizo rodar por tierra, mientras el tres veces derrotado candidato a la presidencia obtenía un triunfo sin apelaciones.
_ ¡Ganó Allende! _exclamó el senador democratacristiano Rafael Agustín Gumucio con gran alborozo. Y corrió a felicitar al senador que había cortado en triunfo la huincha.
Al día siguiente los músculos cansados denotaban en todos la desmedida actividad de un día. Como médico, el senador Allende parece conocer los secretos musculares, y al día siguiente se veía bien. Jaramillo confesó a algunos amigos que tenía un moretón en la rodilla, y que estaba seguro que habría ganado si no es por el tropezón.